JAN OMEDES

Biografía

Nacido en Barcelona en 1991 en un ambiente musical, Jan Omedes es hijo de un pianista y hermano de un trompetista, lo que le llevó a experimentar con la música desde muy joven. Antes de matricularse en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC), completó sus estudios en la Associated Board of the Royal Schools of Music (ABRSM), donde descubrió su talento natural para la composición y su pasión por la creación musical.

Con el tiempo, su pasión por la creación musical le llevó a explorar la composición para medios audiovisuales. Cursó un Máster en Composición y Música para Medios Audiovisuales en la ESMUC, donde trabajó en varios cortometrajes y contó con la mentoría del reconocido compositor Arnau Bataller para su proyecto final de carrera. Esta formación le permitió desarrollar un estilo propio, capaz de transmitir emociones a través del sonido, la armonía y su habilidad natural para componer melodías.

Además de su dedicación a la composición en el mundo audiovisual, ha colaborado con diversos artistas y proyectos musicales. Participó en el álbum de Swit Eme y colabora activamente con la cantautora Anna d’Ivori. También participó en la producción musical de T’estimo, ets perfecte, ja et canviaré, dirigida por Elisenda Roca, aportando su experiencia al teatro musical.

Actualmente, Jan Omedes compagina su trabajo como violinista y compositor cinematográfico con la exploración de nuevos proyectos en el mundo audiovisual. Con una visión creativa y un estilo versátil, continúa desarrollando su propio lenguaje musical, aportando emoción y personalidad a cada pieza.

Método

La música tiene el poder de añadir profundidad a una imagen, guiando al espectador a través del viaje emocional de una historia. Por eso, cuando empiezo a trabajar en una banda sonora, el primer paso esencial después de ver la película es plantearme una serie de preguntas clave: ¿Qué tipo de música necesita esta imagen? ¿Qué emoción debe transmitir? ¿Es mejor dejar espacio para el silencio? ¿Dónde está el clímax?

Cada proyecto es diferente, pero hay algunos elementos esenciales en mi proceso creativo:

1) Temas e identidad musical

Disfruto trabajando con temas o leitmotivs musicales porque permiten al oyente reconocer y recordar melodías, asociándolas con personajes, situaciones o emociones específicas. Tengo una habilidad natural para crear melodías con una identidad propia, y esta es una de mis principales herramientas para dar coherencia y unidad a una banda sonora. Sin embargo, también puedo utilizar texturas más experimentales sin una melodía o tema definido.

2) Comunicación con el director

El cine es un trabajo colaborativo, y la música debe estar al servicio de la película, no existir de forma independiente. Aunque suelo tener una idea clara de cómo debe sonar la banda sonora, la comunicación con el director es esencial para comprender su visión y encontrar juntos la mejor solución musical para cada escena.

3) Encontrar el sonido adecuado

Cada proyecto tiene su propia identidad sonora. Puede requerir una instrumentación orquestal clásica, un enfoque más electrónico y experimental, o incluso una mezcla de diferentes estilos. Definir este “color musical” es una de las partes más emocionantes del proceso y, a menudo, implica exploración y experimentación. En este sentido, ser violinista me permite incorporar el violín de forma natural a mis composiciones cuando el proyecto lo requiere, aportando un toque personal y orgánico. Además, también tengo experiencia con el erhu, el violín chino, que proporciona sonoridades distintivas y puede ser una herramienta poderosa para crear atmósferas únicas.

4) Interacción con la imagen

La música hace más que acompañar las imágenes: puede darles una dimensión completamente nueva. Un mismo momento puede resultar más dramático, tenso o ligero según la banda sonora. La cuestión no es solo qué música usar, sino cuándo y cómo introducirla. A veces, el silencio puede ser la opción más poderosa.

5) Estructura musical y evolución

Así como una película tiene una estructura dramática, la música también debe evolucionar a lo largo de la historia. Los temas pueden transformarse, reaparecer con nuevas variaciones o jugar con las expectativas del público. Esto crea una narrativa musical que complementa y enriquece la narrativa visual.

6) Del concepto a la grabación

Una vez definida la estrategia musical, el siguiente paso es orquestar, producir y grabar la banda sonora. Dependiendo del proyecto, esto puede implicar una orquesta completa, un conjunto de cámara o sonidos electrónicos. Mi experiencia en interpretación y arreglos me ayuda a tomar decisiones creativas y prácticas para llevar la música desde un boceto inicial hasta su versión final.

Pasión y creatividad en cada proyecto

Cada nuevo proyecto es un reto y una oportunidad para experimentar con nuevos lenguajes musicales. Me encanta explorar, probar diferentes enfoques y buscar siempre la mejor manera de dar vida a una historia a través de la música. En definitiva, componer bandas sonoras consiste en fusionar imagen y sonido para que el público sienta, experimente y recuerde algo verdaderamente único.